Sobre el texto
En 2010 fui convocada por la directora María Dodera para trabajar en el espectáculo Los Muertos de Florencio Sánchez en mi doble rol de actriz y dramaturga. La locación del espectáculo era en un bar por lo que la directora decidió potenciar los personajes de boliche que el texto plantea, solicitándome que desarrollara mi personaje; una madama dueña del cabaret, jefa del bar en el que se ambienta parte de la obra y que escribiera los diálogos en base a la dramaturgia de de Florencio Sánchez. Realicé entonces una investigación de la vida y obra del dramaturgo, hecho que me llevó a descubrir ciertas diferencias en las biografías consultadas, como también rasgos singulares de Florencio como persona y como artista. Allí surgió el personaje. Ese superhombre urbano que lucha a capa y espada contra su propio destino.
Las diferencias que encontré sobre su historia radican en proteger a la figura nacional. Es decir, un héroe dramaturgo debe ser intachable; tiene amigos borrachos, pobres y anarquistas pero él no lo es. Otros en cambio, realzan el espíritu bohemio y festivo del artista. Allí es donde se crea el mito. Los muertos no pueden defenderse. Justamente el texto busca un poco esto.
El personaje se sitúa en no tiempo que le permite hablar de hechos históricos que no pertenecen a su época, como si se encontrara en un limbo, desde el que ve como otros conmemoran su muerte. Creo que este punto -el de la conmemoración- me llevó a esa reflexión, el hecho de celebrar o recordar la muerte de alguien. Es que hay tan pocos artistas propios que celebrar ¿tan pocos realmente? Chico es el país corta es su historia. Pero esta globalidad en la vivimos -esta ventana en la que estamos inmersos- nos muestra como los otros festejan; nacimientos, logros de sus figuras históricas. Un país pequeño y un mundo grande -grande y ajeno- plagado de superhéroes foráneos con capas, con súper poderes, con dinero. Y uno acá mirando, peleando con el vecino por la nacionalidad de Carlos Gardel.
Asimismo el personaje reflexiona sobre temas de la identidad nacional. Sobre esa necesidad de crear el héroe nacional, en todas sus áreas, a él le tocó el papel de “héroe dramaturgo” en la historia uruguaya. Que levanta -glorioso y triunfante- la bandera de la escritura teatral nacional.
Sobre el texto
Se desarrollará la idea de espectacularidad que el texto propone. Generando un ambiente de show donde el personaje central se mueve, en contraposición con las zonas más humanas por las que atraviesa en sus momentos de soledad. Qué hace un artista cuando termina el show, con qué zonas oscuras de si mismo se enfrenta. Cuál es plano de lo real, de lo verdadero. ¿Cuál es la escala del hombre? ¿Cuál es la escala del héroe?
Los personajes femeninos siguen las peripecias del héroe, comparten con él sus glorias y fracasos. Ellas potenciarán el show a través de un despliegue de música y baile. Son puro fuego, brillo y seducción. Adoran al rock star, no dejarán que decaiga que muera, reconocen lo efímero de su existencia humana y lo inmortal de su creación.
Se escogió un elenco que permite -dadas sus características de actores, músicos y cantantes- manejarse con solvencia tanto en el plano actoral como musical. Aunque la obra no pretende ser un musical, serán trabajados cuidadosamente los aspectos vocales corales y sonoros.
A nivel estético se manejará el concepto de tiempo congelado, de no tiempo. Esta idea fuerza recorrerá todos los rubros de diseño. Se utilizarán colores fuertes y cálidos. La obra transita por zonas de explosión pero también de intimidad (en las que el personaje muestra toda su tristeza).
El espacio elegido no es casual, el Teatro Ateneo Popular (ex La Máscara) fue la primer sala donde se estrenó un texto de Florencio Sánchez, se dice por otra parte que él actuó también allí. Será el retorno del hombre a la emoción de su primer estreno. Esa latencia permanece en el espacio se apodera de él; la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
Por otra parte me interesó que este personaje masculino interactuara con un grupo de coristas, emulando a ciertas estrellas de la música y jugar con la idea de héroe clásico. Hay cierto ego masculino que me interesa que ellas refuercen. Que no esté solo, que tenga que luchar por no llorar en público. Cumplir con el ideario de hombre, ese, que no tiene lágrimas en los ojos.
VERÓNICA MATO